Mezquida – Amargant – Del Val- Fortià ofrecieron el concierto de inauguración de la segunda edición de Huesca es Jazz

Huesca, 16 de septiembre de 2017. Ayer dio comienzo a la segunda edición de Huesca es Jazz en el Salón Azul del Casino de Huesca. Nada más entrar en el salón me llamó la atención la disposición. Habían cambiado la situación del escenario y eso provocó que hubiera menos filas de sillas y facilitaba que el público viera mejor lo que sucedía.

En escena un cuarteto de nombres propios: Mezquida – Amargant – Del Val- Fortià. Cuatro personalidades completamente diferentes pero con una destreza muy similar con sus respectivos instrumentos. Marco Mezquida al piano, a quien Luis Lles, técnico del área de Cultura del Ayuntamiento de Huesca, en la presentación de Huesca es Jazz, consideró «la gran esperanza blanca del jazz español». Junto a él, se encontraban Gabriel Amargant, al clarinete y al saxo;  Manel Fortià, al contrabajo; y, Gonzalo del Val, a la batería.

Mezquida, Amargant, Del Val y Fortià nos ofrecieron un concierto con un buen número de composiciones propias y alguna que otra versión. Se agradece mucho que asuman este riesgo y no jueguen solo la carta de tocar estándares del jazz. Aunque en el bis se mostraron complacientes con una persona del público que les había pedido Thelenious Monk. Sinceramente, yo hubiera preferido que se hubieran ceñido al repertorio que tenían preparado y, más, si era algo propio.

La técnica de estos cuatro músicos es realmente excepcional. Si a eso se le une una complicidad absoluta, el resultado se nota en sus brillantes interpretaciones. Se podía apreciar también en su confianza mutua, en los guiños de «lo has hecho bien», en las sonrisas o en las miradas. Pero, sobretodo, se percibía que estaban disfrutando tocando entre amigos. El público, frío en un principio, fue soltándose y cada vez aplaudió más las improvisaciones.

Mezquida hizo alguna manipulación sobre las cuerdas del piano, pizcándolas o haciendo sonar sonajas sobre ellas, lo que creó una interesante variedad de sonoridades.  Y escuchando a Amargant saltando de octava en octava solo cabía una pregunta «¿desafina alguna vez?». Los amantes de la batería también gozaron de la técnica con las baquetas de Del Val. Y no por estar más alejado dejamos de apreciar la destreza de Fortià, quien con los dedos sobre las cuerdas del contrabajo dotaba de carácter y expresividad  las interpretaciones.

Como única pega, aunque fue muy buen concierto, es que estaban un poco contenidos. Visto cómo son como músicos, se echó en falta más desarrollo en las intervenciones. Quizás el repertorio o la forma de plantearse el concierto no lo posibilitaba. Espero que los volvamos a ver y, en esa ocasión, se dejen llevar un poco más. Talento y técnica no les falta.

Había muchos alumnos y alumnas de Jazz For Kids entre el público. Este festival tiene una parte pedagógica importante y también les ofrece tener contacto con el mundo profesional. Estos jóvenes disfrutaron mucho del concierto ya que fue casi una masterclass. Y lo importante es que se les da referentes. Así que no será de extrañar que de mayores quieran ser Mezquida, Amargant, Del Val o Fortià.

El jazz sale a la calle

Esta tarde a las 18.00 horas sobre el escenario de la Plaza Navarra estará The Wanderlust Project, que está formado por jóvenes estudiantes de Jazz y Música Moderna de la ESMUC (Escuela Superior de Música de Cataluña).

En el mismo escenario, a las 19.30 horas,  estará Emilio Remesal Project, con influencias que van desde el flamenco, el rock, la música latina y con el jazz como hilo conductor.

Por la noche, Sedajazz realizará una revisión del álbum «Birth of the cool» de Miles Davis, el cual cumple 60 años. Sedajazz está compuesto por Perico Sambeat, al saxo alto; Toni Belenguer, al trombón; Voro García, trompeta; «Latino» Blanco, saxo barítono; Jordi Moragues, tuba; Pau Moltó, trompa; Santi Navalón, piano; José Luis Porras, contrabajo; y, Miquel Asensio «Roget», batería.