Tardienta, 2 de julio de 2016. Balas y pólvora era el tema de esta nueva edición de la muestra artística rural itinerante Estoesloquehay que este año se celebró en Tardienta. Y lo que pudimos ver encima del escenario fueron tres bandas sobradas de munición.

Cientos de personas se acercaron al Centro Cívico de Tardienta por el concierto, por las bandas, pero, muchas otras, sobre todo, vecinos de la localidad, fueron movidos por la curiosidad. Desde el día anterior, que se inauguró esta muestra artística, disfrutaron de diferentes propuestas culturales, como el circo o el teatro. Así que no se resignaron a quedarse en casa a esperar a que se lo contaran al día siguiente y se acercaron para conocer de primera mano  qué se les ofrecía el sábado por la noche. Y sobre el escenario les esperaban Los Bengala, Arizona Baby y Bostich y Fussible de Nortec Collective.

En el mítico pub zaragozano Blues se podía escuchar música garage durante la década de los 90. Riffs de guitarra, pocos acordes, baterías agresivas y melodías pegadizas. No había noche que no se escucharan The Sonics, Los Salvajes, La Revolución de Emiliano Zapata, The Question Mark & The Mysterians, Los Saicos, The Lyres, Chesterfield Kings, The Electric Prunes, The Cynics, Los Cheyenes o The Seeds, entre otros muchos grupos de garage, soul, funk o psicodelia. Y parece que Los Bengala hayan salido de Zaragoza, directamente de las profundidades de aquel oscuro pub, después de mamar toda esta música y reivindicar el sonido crudo del garage, el raw power del rock. Un sonido que es una bala directa a tu cabeza.

Guillermo Sinnerman a la guitarra y Borja Téllez a la batería son Los Bengala. Y casi todas las canciones las cantan a dúo. La camiseta del Blues rezaba, «Somos seres primitivos», como su música. Presentaban su disco Incluso festivos que tiene varios hits que el público cantó y bailó, como Jodidamente loco, No hay amor sin dolor,  Perfect Body o  Aaah. En su repertorio, algunas versiones de grupos que son un claro referente para su música, como Yo grito de Los Sirex, Salvaje de Los Saicos, Máquina Infernal de Lone Star. Forman un tándem curioso en directo, donde Guillermo casi no se mueve y Borja, detrás de la batería, es puro frenesí. Todo un reto para los fotógrafos de conciertos.

A los zaragozanos, les siguió en el escenario Arizona Baby, quienes estuvieron tocando en Huesca hacía un poco más de un mes. Y lo cierto que al verlos tan seguido, dudaba de que me volvieran a impactar, pero lo consiguieron. A mí y al público congregado.  No es un público fácil el que va por curiosidad, y cuando lo mismo hubieran ido a ver a Arizona Baby como a Leticia Sabater cantando su Salchipapa (si no han visto este vídeo, absténganse, corren el riesgo de arrancarse los ojos o de que les revienten los tímpanos).  Me llamó la atención un grupo de señores y señoras de entre 50 y 70 años que estaba sentado en unas escaleras en la entrada de los camerinos y que tuvieron cara de póker todo el concierto, no se movieron, ni parpadearon. Sinceramente, me hubiera gustado saber qué pasaba por sus cabezas y si hubieran preferido la Salchipapa.

El murmullo del público, con el que comenzaron el concierto, se fue apagando poco a poco. El punto de inflexión llegó con If I could y el ya mítico «subidón arizónico». A partir de ese momento, la entrega de los presentes fue total y es que en cuanto prestas atención a lo que pasa en el escenario, ya estás atrapada hasta el final. Y es que Arizona Baby es un grupo de directo, que aúna buenos músicos, buenas canciones y actitud, mucha actitud. ¿Qué puede fallar con esa combinación?

No faltaron canciones como Create your own god, Wooden Nickles u Owners of the world de su último disco Secret Fires, la envolvente The Truth y su famosa Shiralee del álbum Second to none. Balas para un disparo certero.

Y por último, la propuesta musical más esperada, la de Bostich y Fussible de Nortec Collective. Para el público que tenía ganas de seguir bailando fue un acierto contar con Pepe Mogt, Fussible, y Ramón Amezcua, Bostich, fundadores de este colectivo de «música electrónica tijuanense», como ellos la definen. Ellos, detrás de sus MAC, con sus bases electrónicas. Delante de ellos, tres músicos dando a la electrónica el sonido Tijuana, con un acordeón, un helicón y una trompeta.

Viendo que el público estaba un poco frío, al principio, los músicos del helicón y la trompeta decidieron bajar del escenario. Es cuando comenzó la fiesta aunque el grupo de hombres y mujeres que estaba sentado en las escaleras, al lado de la puerta de los camerinos, seguía impertérrito. Una fiesta para recordar ya que Bostich y Fussible se separan después de esta gira internacional que están realizando. Así que siempre podremos decir que los vimos en un pueblo oscense llamado Tardienta.

Sin duda, las tres mechas llegaron a la pólvora. Buena explosión musical en esta edición de Estoesloquehay.

Y aquí están las fotografías de la noche del sábado.

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