Tricicle nació hace treinta y siete años en las aulas de Mimo y Pantomima del Institut del Teatre de Barcelona. Tres de los alumnos de esa difícil disciplina que es el teatro del gesto se juntaron para llevar a cabo pequeñas actuaciones en espacios alternativos, cafés-teatro, y (supongo) la BBC, acrónimo de bodas, bautizos y comuniones o, lo que es lo mismo, de donde sea que te llamen. Poco se imaginaban Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans que hoy seguirían juntos y que serían compañía referente del teatro gestual y del clown a nivel internacional.
A los que por edad hemos podido ver toda su trayectoria artística, que incluye teatro, televisión y cine, nos entra una terrible nostalgia cada vez que vemos alguno de sus más celebrados sketches. Por ello siempre es una buena noticia poder volver a verlos encima de un escenario. En esta ocasión no con un espectáculo nuevo, sino con una recopilación de lo mejor de una carrera teatral llena de puntos álgidos. Con su primer espectáculo Manicómic (1982) sorprendieron a un público que no estaba acostumbrado a ver este tipo de teatro. Poco a poco, trabajando mucho y con algún golpe de buena suerte, se fueron labrando un nombre y una fama que hoy es garantía de calidad, hagan lo que hagan. Hoy Tricicle no es una compañía de tres, aunque Gràcia, Mir y Sans sigan siendo los que dan la cara. Detrás de ellos hay todo un equipo de profesionales que consiguen que, función tras función, el público salga satisfecho del teatro. Sus espectáculos están cuidados hasta el mínimo detalle, desde el diseño gráfico, excelente trabajo de Berberecho Productions, hasta la forma en que se despiden del público (no hago spoilers, ya lo descubrirán), todo está pensado para que quien ha pagado su entrada vuelva a casa plenamente satisfecho de la experiencia vivida. Son conscientes que Tricicle trasciende el mero hecho teatral y, como tal, cuidan al milímetro su imagen de marca.
En ese sentido, HITS es mucho más que un espectáculo recopilatorio de los mejores gags del trío. Para empezar, la compañía dispone de una página web donde el público puede votar hasta cinco de un total de cuarenta sketches de los noventa y nueve que han desarrollado en sus espectáculos. Los doce más votados en cada población serán los que se verán en la función de esa noche. Eso obliga a acarrear cuatro veces más escenografía de la habitual y a ensayar cuatro veces más números de los que vas a acabar realizando, es un trabajo que el público no ve, pero que allí está. Eso también provoca que cada función de HITS sea diferente a la anterior.
La primera de las tres funciones programadas en Huesca nos deparó una selección que recuperaba muchos números de los más recientes espectáculos de El Tricicle. Empezó el espectáculo con el magnífico sketch de los trogloditas, de Sit (2002), que ya nos da una idea de lo que vamos a ver, un montaje donde la sencillez de elementos no está reñida con la complejidad técnica. Le siguió el sencillo pero genial número del puteador de Terrific (1992) y a partir de ahí toda una escalada de momentos teatralmente mágicos. El público eligió muchos de los sketches de Sit; delicioso el de hipnosis, hilarante el de la sala de espera, divertido y efectivo el de las butacas. Garrick (2007) fue otro de los espectáculos más demandados, el delicioso sketch de los lavabos y, para mi gusto, el momento más brillante de la función, escayola, con una excelente rutina ejecutada por Joan Gràcia, en la que un hombre con los dos brazos escayolados se quiere encender un cigarrillo, que me recuerda, en dificultad y genialidad, a la creada por Rowan Atkinson para su célebre Mr. Bean, en la que se quita los calzoncillos y se pone el bañador sin quitarse los pantalones.
Pudimos ver, también, el siempre recordado y, en esta ocasión, puesto al día, sketch de los ejecutivos, de Exit (1984), en el que los espectadores con más edad pudimos constatar cómo ha evolucionado el teatro de Tricicle. Y es que la compañía apostaba al principio por un teatro más ligado al mimo clásico y al slapstick, mientras que ahora se decanta más hacia el clown. Es lógico, el tiempo pasa y, a pesar de estar los tres en excelente forma física, también hemos de tener en cuenta que en este 2017 Gràcia y Mir cumplen 60 y Sans 62 años. Tras la selección del público, el espectáculo acaba con una rápida sucesión de gags rápidos, un repaso express a casi cuarenta años de humor de tres estrellas Michelin.
He de confesar que me reí mucho, de hecho lloré de risa en varios momentos, a pesar de haber visto muchos de esos sketches en varias ocasiones. El conjunto del espectáculo me pareció perfectamente equilibrado, excelentemente realizado e interpretado con la profesionalidad que se le tiene que exigir a una compañía de su importancia. Tricicle siempre trata al público con respeto, nunca ha vivido de los éxitos conseguidos y se exigen a sí mismos más de lo que el público les va a exigir. Ese es el secreto de su éxito: genialidad, trabajo, disciplina y saber rodearse de los mejores profesionales.
Más allá de HITS, es de agradecer que Tricicle sea una de las pocas compañías que ha tenido siempre la feliz idea de conservar en vídeo sus espectáculos, algo que, lamentablemente, en España escasea. En el hall del Palacio de Congresos de Huesca, encontrarán una zona de merchandising donde comprar diferentes objetos referentes a Tricicle y a HITS, pero también las filmaciones de sus espectáculos, un documento que debería estar disponible en cualquier biblioteca pública o equipamiento cultural que se precie.