El ciclo de conferencias Terapia Colectiva finalizó con Mónica García Prieto, quien hizo un exhaustivo repaso de la historia reciente de Siria
Barbastro, 6 de julio de 2017. Mónica García Prieto, una de las grandes reporteras de guerra españolas, lleva más de 20 años recorriendo el mundo centrando sus coberturas en la denuncia de los abusos a los derechos humanos. Ha trabajado en Chiapas, Chechenia, Georgia, Macedonia, Afganistán, Irak, Gaza, Líbano o Siria, entre otros. Reconocida con numerosos premios (el último, el Cirilo Rodríguez 2017) y afincada como corresponsal freelance en el Sureste Asiático, arribó a Barbastro el pasado 30 de junio para poner un punto y final profundo y exquisito a la segunda edición del ciclo de conferencias Terapia Colectiva –que organiza el Centro de Estudios del Somontano- con la ponencia Siria y las oportunidades perdidas.
A través de numerosos documentos (vídeos, fotos y textos; propios y ajenos), Mónica realizó un exhaustivo repaso por la historia reciente de Siria, haciendo especial hincapié en una introducción sin la cual no pueden entenderse los últimos siete años de ese país, como por ejemplo el hecho de que Occidente considere el caso sirio como una excepción, cuando la realidad, asegura Prieto, el desmoronamiento al que asistimos impasibles ya sucedió antes en Irak. “Simplificando un poco: el origen de todo, del estado islámico de Irak y de Siria es la invasión de Irak; es la operación ilegítima e ilegal (en la que España participó activamente, no hay que olvidarlo, junto a Gran Bretaña y Estados Unidos) la que inició el odio y el sectarismo que ha emponzoñado y desvirtuado por completo la revolución siria, absolutamente legítima, que sólo pedía el final de la corrupción y de las detenciones y desapariciones políticas”.
Mónica asegura que uno de los grandes rencores que alimenta las filas del estado islámico de Irak o de Siria o de cualquier movimiento radical es el rencor hacia Occidente. “Es esa sensación de abandono: de que los occidentales hemos sido toda la vida colonialistas, orientalistas, que les miramos como si fueran ciudadanos de segunda categoría y que hacemos políticas en contra de la población. Redefinimos las fronteras entre 1914 y 1918, luego amparamos las dictaduras más atroces porque nos convenía: Mubarak era nuestro amigo, Ben Ali era nuestro amigo, Gaddafi también… Sadam Hussein era nuestro amigo hasta que se convirtió en nuestro enemigo (pero hay que recordar que fue Estados Unidos quien entregó el armamento químico que luego le acusaba de tener); ¡la ocupación de Palestina! Eso es una herida abierta en Oriente Próximo. El hecho de que sigamos negando derechos fundamentales a la población árabe recluta candidatos para ISIS y Al Qaeda. Por eso siempre hablo de una década de oportunidades perdidas: podríamos haber demostrado que el Occidente colonialista ya no tenía más sentido en el mundo y no lo hemos hecho”. Al contrario, “pues desde 2014 empezamos a dejar que los refugiados se ahogaran en el Mediterráneo pese a ser supuestamente los occidentales adalides de la democracia y de la defensa de los derechos humanos”.
Terapia Colectiva se consolida
La conferencia de Mónica G. Prieto fue la última parada de la segunda edición del proyecto Terapia Colectiva -que entendemos como consolidado-, por cuya segunda entrega han pasado las ponentes Marina Sánchez Cid (Cuidados, malestares y comunidad: algunas reflexiones desde la economía feminista), Nazaret Castro Buzón (Presentación del proyecto Carro de Combate. Consumir es un acto político: el caso del azúcar y del aceite de palma) y Alicia Murillo Ruiz (Maternidades Subversivas) además de Mónica. Un consolidado público de unas 50 personas ha acudido fiel en cada ocasión, con unas más que visibles ansias de aprender y de compartir, así como de comprender el mundo, uno de los objetivos básicos de la idea desarrollada por el Centro de Estudios del Somontano de Barbastro. Agradecemos, además, a toda la infancia que llegó a nuestras conferencias, así como a sus madres y padres que pensaron que un espacio así podía y debía ser compartido. También era ésa la idea. Del mismo modo, un agradecimiento especial a Marisol Cancer, de la Librería Valentina Cancer, de la UNED de Barbastro, por acercarnos los libros de algunas ponentes y tener siempre un interés primigenio en apoyar esta iniciativa.
El Centro de Estudios del Somontano, responsable último del ciclo, estudiará la posibilidad de continuar con la iniciativa que tantas almas ha congregado un viernes al mes entre marzo y junio de 2017, un año más y mayor ímpetu cada vez, en la ciudad del Vero.