El SoNna Huesca visitó ayer las bodegas Enate de la DO Somontano con un programa doble que abarcó enología, arte, música y denuncia social. La energía de la brasileña Bia Ferreira inundó el Bosque de Hierro y conquistó al público del certamen, que hoy cerró el fin de semana con la argentina Diana Baroni en el espacio de Arte y Naturaleza de Abiego.
Bia Ferreira terminó el concierto con el público de pie coreando “Saramanaya”, un neologismo de cosecha propia “con el que trataremos de que todo lo malo se vaya y solo quede lo bueno”. La brasileña comenzó el recital avisando de que no sabía hablar español y pasó luego una hora y media demostrando que con cuarenta palabras y buena música afro caribeña se puede reflexionar –moviendo los pies a ritmo- sobre los principales problemas de la sociedad contemporánea en países como Brasil: el hambre, la pobreza, la desigualdad, el racismo, el colonialismo, el machismo… “Las mujeres somos mayoría en el planeta y va siendo hora de que nos demos cuenta de la fuerza que podemos llegar a tener”.
Y nos dimos cuenta. Porque la fuerza la tuvo ella. Bia Ferreira es un ciclón escénico que ayer se puso a hervir en el Bosque de hierro de las Bodegas Enate, en Salas Bajas, ayudada por los casi 40 grados que hicieron del inicio del concierto –hasta que se escondió el sol- una prueba para valientes. Buena parte del público, que completó el aforo, llegaba fresco, pues había participado en El vino del arte, una visita “climatizada” a las bodegas más famosas de la DO Somontano que incluyó, como es lógico, la parte enológica, pero se centró sobre todo en la vinculación de Enate con el arte desde su nacimiento como bodega.
Los asistentes degustaron vino, se recrearon en sus procesos y se ensimismaron ante las obras que han vestido las botellas de Enate desde 1991 y que en su galería de arte están rematadas por las de los más grandes: las de Beulas, Chillida, Saura, Tapies… El público se dividió en dos grupos y terminó haciéndose fotos con la escultura relieve de Vicente García Plana que preside la bodega y que en 108 pequeños cuadros, resume el proceso y el sentido del vino. Antes de salir al viñedo y pasear hasta el bosque de hierro, la otra gran obra del oscense García Plana en las bodegas Enate, los presentes se tomaron su tiempo porque el calor estaba en el límite de lo soportable.
Media hora después, todo había cambiado. La voz rasgada de Bia Ferreira y la fuerza y densidad que conseguía el trío (batería, teclados y guitarra) para fusionar músicas afroamericanas con estilos como el jazz o el rap aliviaron el ambiente. Ferreira dijo que iba a cantar al amor y lo hizo, pero no dijo “haz el amor y no la guerra”. Más bien acabó diciendo lo contrario. Que hay que pelear.
La brasileña es compositora, productora y arreglista, pero sobre todo es, como demostró ayer, activista. El público del SoNna, más femenino que el de otros festivales, acabó ingresando en la iglesia ficticia de Bia Ferreira, esa que ella misma fundó para martirio de sus padres, “que todos los días piensan acabaré en el infierno”. Como toda iglesia necesita un coro, la brasileña lo tomó prestado del público. “Ustedes van a ser el coro de mi iglesia”. Y así fue. El público coreó contra el racismo, contra el patriarcado, contra el hambre…
“¿Y por qué no contra la colonización?”, dijo Bia. “Son estas cosas que no son cómodas de escuchar, pero es necesario escuchar. No pasa nada. No se preocupen”, nos dijo en ese castellano que decía no hablar.
Diana Baroni en Abiego
El SoNna Huesca cambió el domingo completamente de registro para cerrar el fin de semana. La flautista argentina Diana Baroni presentará esta tarde en el conjunto Arte y Naturaleza de Abiego su trabajo Mujeres (2023) en formato trío, acompañada de Ronald Martín Alonso (viola de gamba) y Rafael Guel Frías (guitarra barroca, flautas, percusión).
“Desde la Virgen María, hasta Sor Juana Inés de la Cruz, pasando por la Madre Tierra o Pachamama, según la tradición de los pueblos afroamerindios, Mujeres rinde homenaje a personalidades femeninas del Nuevo Mundo, a través de una poética selección de su herencia musical, desde la época de la colonización hasta nuestros días”.
Nacida a orillas del Rio Paraná, en Rosario, Diana Baroni es una virtuosa de la flauta travesera. Invitada regularmente por las mejores ensembles europeas, junto a Dirk y Sarah Van Cornewal, crea el ensemble I ludi Musici para profundizar el repertorio de cámara en torno al traverso o flauta travesera. Pero su curiosidad la lleva a explorar otros horizontes, inspirada por la música tradicional y el canto. Funda así su propio ensemble del que nacen numerosos discos, revivificando el repertorio de América Latina.
El espacio Arte y Naturaleza de Abiego es un escenario ya tradicional del SoNna Huesca. A unos ocho kilómetros de Abiego, en dirección sur hacia Peraltilla, se levanta una de las obras más significativas del proyecto Arte y Naturaleza, el Monumento al Siglo XX (1995), obra del alemán Ulrich Ruckriem y ubicada en un campo agrícola lindante con la carretera. Allí, un conjunto de veinte estelas o monolitos de piedra de granito rosa se integran en el paisaje.