Hizo un completo repaso a toda su discografía en la última jornada celebrada en el anfiteatro de Lanuza
Incluyó varios temas de su etapa de Héroes del Silencio para regocijo de sus fans, con los que se registró la mayor afluencia de público del festival
Echaron el cierre del festival Addictive TV, con una sorprendente sesión de música electrónica acompañada de imaginativos juegos visuales
Sallent de Gállego, viernes 29 de julio. Aún faltaba una hora para que se abrieran las puertas del anfiteatro de Lanuza y cientos de fans ya esperaban ansiosos para coger las mejores posiciones. Bunbury sigue generando esa admiración de superestrella del rock, ídolo de masas, seguramente la más auténtica que hemos tenido en España en las tres últimas décadas. Siempre con ganas de innovar, de jamás repetirse, y ser siempre fiel a nadie más que a sí mismo, regresó al mismo escenario en el que arrasó hace 16 años, cuando presentó esa joya llamada “Pequeño” y que le confirmó como el gran músico que es, mucho más que el ex cantante de Héroes del Silencio.
Ya sólo faltaba media hora para que Bunbury saliera a escena y el anfiteatro ya estaba a medio aforo; con los nervios floreciendo entre el público, aferrándose a las primeras filas que tanto les ha costado conseguir. Llegó la hora, silencio sepulcral roto al momento por los aplausos de casi 5.000 personas. La estrella aragonesa ya estaba en el escenario, dispuesta a hacer un completo repaso a toda su discografía, como ha reflejado en su último trabajo, “El libro de las mutaciones”. Ahora sólo cabía esperar cuáles habían sido las elegidas para esta noche. Cada uno tenía sus favoritas. Algunos prefieren al bunbury rockero, otros al trovador, pero nadie sabía exactamente cómo iba a ser el lavado de cara que iba a dar al setlist.
“Iberia sumergida” fue la escogida para abrir una noche que se presentaba como la más importante de la XXV edición de Pirineos Sur. Con esta elección quiso dar un doble golpe de autoridad: confirmar que ya no teme a su pasado con Héroes del Silencio, que ya no tiene absolutamente nada que demostrar, y que iba a complacer con creces a sus fans. Su siguiente movimiento resultó tan estudiado como acertado: un regreso a sus comienzos como solista (“El club de los imposibles”) y una reivindicación a su presente (“A mis alas dos clavos” y “Los inmortales”).
La presencia del repertorio de Héroes del Silencio no fue un espejismo. “El camino del exceso” y “Avalancha” volvieron a enloquecer al abarrotado anfiteatro. No sonaron tal y como fueron compuestas. Bunbury es un artista que hace de la mutación un arte (es imposible que oculte su admiración por el desaparecido David Bowie) y apostó por un lavado de cara profundo, con más adornos instrumentales en las composiciones, un sonido más orgánico y un espíritu menos anglosajón, más latino y mediterráneo.
Precisamente ese sonido lo llevo a las máximas consecuencias cuando recuperó el espíritu de hace 16 años con las maravillosas “El extranjero” e “Infinito”, con acordeón incluido. Aunque no tardó en regresar al rock eléctrico con “Despierta”, “Mar adentro” y “Maldito duende”, con las que la comunión entre artista y público llegó hasta el paroxismo.
Se despidió con otro himno de su etapa en solitario, “Lady Blue”, para añadir una esperadísima “Chispa adecuada” en los bises. Ya poco le quedaba por demostrar, pero aún con un importante catarro que le causó unas molestias, no quiso acomodarse. Soltando puñetazos al aire, arengando al público, regalando poses imposibles a los fotógrafos, haciendo gala de todo el carisma que le caracteriza… así hasta el final con dos medios tiempos (“De todo el mundo” e “… Y al final”) que sirvieron como dulce y lenta despedida.
Una fiesta audiovisual para cerrar el escenario de Lanuza
Graham Daniels y Mark Vidler son Addictive TV y fueron los encargados de cerrar oficialmente el escenario flotante de Pirineos Sur. Con la difícil tarea llamar la atención del público de Bunbury, el dúo desplegó todo su arsenal de hits y reclamos visuales. Jungle, hip hop, funk, un poco de big beat, electrónica, Stevie Wonder, Red Hot Chili Peppers, Soul II Sou, New Order, The Clash… no hubo género ni artista que se le resistiera.
Cualquier truco es bueno para llamar la atención de los últimos asistentes del festival, pero sus vídeos son infalibles: una mezcla de joyas bizarras, películas de culto e imágenes integradas en la cultura popular. Ya actuaron el año pasado en Sallent; en esta edición se revelaron como la mejor manera de poner punto y final hasta el año que viene.
Versiones de Bunbury para amenizar la tarde
En el escenario de Sallent de Gállego se celebró por la tarde Pirineos SurVersión, el concurso que ha organizado este año el festival para versionar a tres de los grandes artistas de la actual edición: Bunbury, Gogol Bordello y Alpha Blondy. Sin embargo, casi todas fueron versiones de Bunbury, así que sirvió como perfecto aperitivo de lo que vendría después.
También se escuchó una versión de Gogol Bordello (“Undestructable” y otra de Alpha Blondy (“Interplanetary”), interpretadas por Alicia Canguera, y cada uno de los artistas ofrecieron su propia visión de los temas. Así se pudo disfrutar de la excelente versión de Carlos Sobreviela de “Lady Blue”, el dominio al piano de Jesús Viñas (destacando “Puta desagradecida”); la gran voz de Canguera con” Alicia (expulsada al país de las maravillas)”; el carisma de Javier Mozota cantando “Sácame de aquí”; o la preciosa versión de Iskiam Jara de “Infinito”
En todo momento los cinco finalistas participaron en todas las canciones, acompañados de una banda para la ocasión, aunque cada uno tuviera su momento de lucimiento. A modo de hermanamiento, finalizaron el novedoso concurso con “Apuesta por el rock and roll”, que, aunque es de Mauricio Aznar, Bunbury ha convertido casi como suya.
Conciertos con acento aragonés
En esta última jornada, Capitán Mundo presentará hoy el proyecto Vaivén Zaragoza-Cuba. Luis Miguel Bajén, integrante del grupo de folk aragonés Biella Nuei, es un viajero enamorado de los mares y colores del planeta. En esta ocasión, su barco viene de La Habana cargado con canciones que mezclan ritmos, melodías e instrumentos de una y otra orilla. Rumbas, guajiras, sones, guarachas, boleros y géneros mestizos creados para la ocasión, como la jota-rumba, serán los elementos principales en este viaje musical.
“Soniando” es el primer disco de Marta Casas, un proyecto que sorprende por la equilibrada fusión entre el jazz y la música tradicional aragonesa. La experiencia musical de Marta Casas es amplia; son más de 15 años de trayectoria durante los cuales ha formado parte de diversos proyectos que abarcan géneros tan diferentes como el canto lírico, jazz, soul, el rock, rumba, reggae y la música folklórica. Lo presentará también hoy en el escenario de Sallent de Gállego (a partir de las 19:30 horas).
“Un concierto que se come” se suma al cierre de Pirineos Sur
Cinco equipos de cocina, cinco continentes y 300 tapas de cada continente elaboradas en directo mientras DJ Javimar y Dr Loncho pinchan música que recordará el paso de los artistas de esos continentes por Pirineos Sur a lo largo de su historia. Es la propuesta de TuHuesca para celebrar el 25 aniversario del Festival.Los asistentes podrán seguir la evolución a través de la pantalla del festival y también podrán degustar las tapas.
Los equipos de cocina estarán formados por destacados cocineros y personal de sala de la provincia de Huesca. El objetivo de este original concierto-comida es difundir las excelencias de la gastronomía oscense y contribuir a la celebración del 25 aniversario de Pirineos Sur.