La presencia de la catalana Queralt Lahoz en el Santuario de San Urbez el domingo y la actuación de los malienses Trío da Kali en la Bodega Laus el sábado cierran el ambicioso fin de semana del SoNna Huesca en el puente de agosto, para el que apenas quedan entradas invitación. El programa se inicia el viernes con un espectáculo circense de la compañía DuKto en la preciosa Balsa de la Culada de Almudévar.
El Festival Sonidos en la Naturaleza, SoNna Huesca, que organiza la Diputación Provincial de Huesca, revisita este fin de semana la Hoya de Huesca, una comarca a la que no regresaba desde el concierto inaugural de la gallega Mercedes Peón en el CDAN el pasado 29 de junio. Superado el ecuador del certamen y tras recorrer con 16 espectáculos el Somontano de Barbastro, el Bajo Cinca, La Litera, el Alto Gállego, la Jacetania, el Cinca Medio, el Sobrarbe y la Ribagorza, el SoNna Huesca vuelve a la Hoya de Huesca para recalar el viernes en la Balsa de la Culada de Almudévar y el domingo en el Santuario de San Úrbez de Nocito. Entre uno y otro, la caravana del festival de la DPH visitará la Bodega Laus, en el Somontano de Barbastro.
El programa del particular puente de agosto del SoNna Huesca se inicia el viernes en la localidad de Almudévar, donde la organización del certamen encontró un lugar ideal para espectáculos circenses y parateatrales: la Balsa de la Culada, de forma oval y realizada con sillares de piedra de distintos tamaños que forman un circo o teatro perfecto. Fue utilizada desde el XVI para abastecer de agua a la población de Almudévar y está a pocos metros del casco urbano.
En ese curioso espacio la cita es con la compañía DuKto, que exhibirá su produción A rienda Suelta (19.30 horas), estrenada el año pasado en la Fira de Tárrega. El espectáculo –su cuarto proyecto- reúne en escena a tres de los fundadores de la compañía catalano balear creada en 2015 para desarrollar un lenguaje escénico basado en el movimiento acrobático y su fusión con la danza.
En A Rienda Suelta tres amigos se divierten entre ellos y con el público a través del lenguaje acrobático, danzado y en clave de humor. A Rienda Suelta es dejarse llevar; hacer volar la imaginación a través del juego y del recuerdo, disfrutando de este momento de forma colectiva. El espectáculo pone las relaciones humanas, el juego y el espacio público en el centro de la creación.
Trío da Kali (Mali) en la Bodega Laus
En un corto desplazamiento al Somontano de Barbastro, la caravana del SoNna Huesca se instalará el sábado en la Bodega Laus, de la D. O. Somontano, y de este modo rendir homenaje a ese paisaje humanizado del viñedo altoaragonés, esa agricultura evocadora del viñedo que se extiende al sur de la Sierra de Guara y en otros puntos diseminados de la geografía oscense.
Fundada en 2002, Laus (en latín, elogio, alabanza, consideración…) es una isla en el Somontano rodeada de agua, viñas, flores, sol aire y vida. La bodega es un edificio moderno y minimalista en plena naturaleza, con unas espectaculares vistas de los viñedos y de los Pirineos que se erigen al fondo. Está rodeado por una alberca de más de ocho mil metros cuadrados.
El programa de la jornada es doble. A partir de las 18.00 horas, todos aquellos privilegiados que dispongan de reserva –las entradas están agotadas- podrán disfrutar de una visita guiada con cata de vinos Laus que terminará poco antes del inicio de uno de los conciertos más esperados de esta quinta edición, el de los malienses Trío da Kali (20.00 horas) para el que apenas quedan invitaciones, a pesar de su aforo de 400 espectádores.
Trio da Kali es una formación de destacados músicos de la cultura mandinga del sur de Mali que provienen de un linaje distinguido de griots, esos bardos poetas guardianes de la tradición oral del Oeste africano. Fodé Lassaa Diabaté (balafon), Hawa Kassé Mady Diabaté, una de las más bellas voces de Mali y Mamadou Kouyaté (bass ngoni) iniciaron una intrépida aventura musical para enarbolar la antorcha de la tradición griot, a la que aportan estilos de interpretación contemporáneos.
Trio Da Kali nos descubre las raíces de esta música, una de las más refinadas y sublimes del continente africano y recupera un repertorio olvidado o descuidado que les fue legado por sus antepasados. El director del grupo, Lassana Diabate, nacido en Guinea Conakry, es un virtuoso del balafon guineano, un instrumento que se remonta al menos al siglo XIII. Aprendió con los mejores músicos de su país y se trasladó a Mali en 1980, donde ha grabado con todos los grandes músicos malienses: Toumani Diabate, Salif Keita, Babani Koné o Bassekou.
Queralt Lahoz en el Santuario de San Urbez
Y el cierre del fin de semana no podía tener más gancho. La catalana Queralt Lahoz actuará en el Santuario de San Urbez de Nocito (19.30 horas), un conjunto formado por la iglesia y el monasterio adosado a ella. La iglesia fue levantada en origen en el siglo XII en estilo románico y fue profundamente reformada durante los siglos XVI y XVII. Se conservan en el interior tanto restos románicos como pinturas y yeserías barrocas. El ingreso al edificio se realiza a través de una portada renacentista. Está protegida por un pórtico del siglo XIX, abierto en sus tres frentes, con arcos de medio punto.
Con las invitaciones agotadas para un aforo de 300 espectadores, la cita es con Queralt Lahoz, una de las sensaciones musicales de los últimos años en nuestro país y más allá de sus fronteras. La catalana abandera una de las propuestas musicales más rompedoras y atractivas del momento. En su música, atravesada por los sonidos latinos, de raíz y urbanos, el soul, el hip hop y el dancehall dialogan con gracia y naturalidad sobre un aura de coplas y boleros que emergen de manera espontánea de sus orígenes flamencos y de sus paisajes personales.
Nacida en Santa Coloma de Gramanet, núcleo de migración andaluza en la periferia de Barcelona, donde migró su familia procedente de Granada, Queralt Lahoz se apoya en las mujeres trabajadoras de su vida y en su infancia suburbana para trazar un puente entre pasado, presente y futuro que imprime a su música un carácter inconfundible. Lahoz canta un bolero clásico y rapea al más puro estilo de los 90 con la misma habilidad.
Nos adentramos en el bello valle de Nocito, atravesado por el río Guatizalema en el norte de la Sierra de Guara. Accederemos desde Arguis si venimos de Huesca y por la Guarguera si lo hacemos desde el norte. Es muy recomendable dejar el vehículo en Nocito y acceder al santuario al pie para disfrutar del paseo (50’), con el tozal de Guara al fondo.