La muestra que contiene una parte de la colección de José Luis Mur abrió sus puertas el pasado 2 de diciembre. Desde entonces, casi cinco mil personas la han visitado. Se trata de un centenar de mecanismos y dispositivos tecnológicos que se inventaron entre 1850 y 1950 y permitieron grabar sonido y reproducirlo. La diputada de Cultura, Maribel de Pablo, apunta que estas piezas están generando “un enorme interés de todos los públicos, porque además de trasladarnos a otra época son verdaderas joyas por su diseño estético”.
La exposición ‘Ingenios Musicales’ está instalada hasta el 19 de febrero de 2023 en la sala de la Diputación Provincial de Huesca. Ha recibido ya 4.800 visitas desde que el pasado 2 de diciembre abriera sus puertas. Recoge un centenar de mecanismos y aparatos que sirvieron para grabar sonidos y, posteriormente, para reproducirlos. La diputada de Cultura, Maribel de Pablo, ha valorado el “enorme interés” que está generando esta muestra por parte de todo tipo de públicos.
De Pablo ha resaltado que, además del componente histórico, el diseño estético de muchas de estas piezas hace que contemplarlas sea “una experiencia muy gratificante”. En este sentido, ha puesto de manifiesto la iniciativa del coleccionista José Luis Mur, propietario de las mismas. Tras 35 años coleccionando estos aparatos, ha adquirido y rehabilitado una casa del siglo XVI como museo que acogerá la extensa Colección Mur y la mostrará al público. Será “otro reclamo cultural para una comarca de gran atractivo turístico como es Sobrarbe”.
La apertura del museo está prevista próximamente, tras concluir la exposición en la sala de la DPH. El propio José Luis Mur explica que será “un centro referente en España” porque “no existe ningún otro que aborde de manera especializada la tecnología que permitió grabar y reproducir el sonido hasta la tecnología que hoy tenemos para ello”.
Cabe destacar que la reproducción de la música estuvo solo al alcance de un grupo reducido de privilegiados por su situación económica o social. O, en todo caso, de uso público en fiestas y fechas señaladas. Posteriormente, conforme se sucedieron diversos métodos de tracción mecánica y sistemas de grabación y reproducción, los dispositivos se fueron extendiendo paulatinamente en la sociedad. Inventores, fabricantes e ingenieros intentaron en cada momento mejorar lo existente, lo que dio lugar a una carrera de patentes. De este modo, fueron ganando en sofisticación, en belleza u originalidad de sus diseños y en portabilidad, entre otros aspectos.
La muestra recoge desde el fonógrafo de Edison al reproductor de discos de larga duración, pasando por instrumentos automáticos como las sencillas cajas de música con motores de muelle o cuerda, autómatas, los sofisticados órganos neumáticos y pianos mecánicos, callejeros o de salón.
Los sistemas de grabación y reproducción se suceden partir del tinfoil, fonógrafos de cilindros de metal, cartón o cera maciza, gramófonos con discos y modelos singulares como el Maestrophone de alcohol, el Pathé Concert destinado al ámbito cinematográfico, los portátiles o las tragaperras musicales, hasta llegar al magnetófono de hilo o a los radiofonógrafos eléctricos.