La banda de Tucson desplegó mil recursos musicales con el firme y cumplido objetivo de hacer mover al público de Pirineos Sur
Cumbia, rancheras, rock, surf… no hubo género que se le resistiera a la banda de Sergio Mendoza y Salvador Durán
Por la tarde Wagner & Jo ofrecieron un concierto cálido y simpático para disfrute de lo más pequeños
Kumbia Queers continuarán mañana con el ciclo Amanecer Latino
Sallent de Gállego, 18 de julio de 2017. Algo sucede en Tucson. En esa pequeña ciudad de del sur de Estados Unidos, cerca de la frontera de México, han salido muchas de las bandas más
interesantes en cuestiones de mestizaje sonoro. Orkesta Mendoza continúa de manera brillante y más profunda el camino abierto por Giant Sand y Calexico (del que Sergio Mendoza es teclista).
Gracias a ese choque de culturas surgen bandas como Orkesta Mendoza que rescatan lo mejor de ambas culturas para ofrecer algo nuevo y diferente. Pero si algo se propuso la banda liderada por Mendoza y Salvador Durán es que ningún espectador del escenario Mercados del Mundo mantuviera los pies quietos en el suelo.
Con un formato más cercano al rock por su contundencia pero con gran protagonismo de los vientos, no escatimaron recursos ni estilo: rancheras, salsa, rock, cumbia, surf… pero sin dejar de sonar a la propia Orkesta Mendoza. Teniendo la misión más que cumplida, remataron con la infalible “Caramelos” y posteriormente con “Cucharita”.
Cuando parecía que habían tocado techo, en los bises Durán regaló un tema a capela de esos que hacen callar a cientos de personas. Volvieron a apretar el acelerador apostando por una
ranchera con aires western que cerró otra noche para el recuerdo.
Cuando una banda cuenta con músicos de primera, un cantante como Durán sobrado de tablas y un repertorio sin fisuras, el resultado es algo tan magnífico como la actuación de anoche de
Orkesta Mendoza.
Un concierto para los pequeños
La actividad del escenario Mercados del Mundo comenzó ayer con el concierto de Wagner & Jo, enfocado a que los más pequeños fueran quienes más lo disfrutaran. Esas primeras filas, con pequeñas siluetas bailando al son del cuarteto, lo certificaron.
Su mezcla de folk y bossa cargada de buenas vibraciones y explicaciones lúdicas resultaron perfectas para este concierto de ambiente familiar.