El viernes 21 de abril el artista madrileño Rayden sacaba a la luz el que será su último y séptimo disco La Victoria Imposible e iniciaba su gira de despedida en la capital oscense.
La gira Quiero que nos volvamos a ver por última vez empezaba en Huesca como una vuelta al principio. Tocando el último disco, el más grande, en el sitio más pequeño. Y consiguiendo meter a toda la banda al completo sobre el escenario de El Veintiuno. Todos los factores necesarios para hacer de esa noche algo único e irrepetible.
La banda aparecía ante una sala llena para tocar la intro de El gobierno de las canciones muy bien seguida por los cánticos del público para recibir a un Rayden muy puntual y sonriente. Una vez ya todos al completo, la canción elegida para arrancar sería la Patria de los Ausentes, con una acertada estrofa para la ocasión: ‘toma asiento estás en tu casa’.
Continuaba con un enérgico No hago rap, A mi yo de ayer o Habla bajito, temas ya conocidos y entonados, y a los que sucederían nuevos como Alma 22, Ayer a estas horas o Llanto, acompañados de un público muy entusiasta y poco silencioso.
David aprovechaba para recordar la importancia de conectar con las canciones en directo, y es que algunas habían visto la luz hacía pocas horas. Pero al acabar no iba a quedar duda de lo bien que habían sonado.
Con la Calle de la Llorería, tema con el que se presentó al Benidorm Fest, la vena fan florecía de manera exponencial. Y tras Finisterre y Don creíque, con Una fiesta en tu nombre ‘para celebrar, que nunca me olvide olvidarte, olvidar’, se vislumbraba uno de los puntos álgidos de la noche.
Rebasado ya el ecuador del concierto llegaría otro de los temas del nuevo disco: Lenguaje de los coleteros en el que colabora Dani Fernández. Seguido por El mejor de tus errores, otra famosa colaboración con Alice Wonder, también muy tarareada por el público.
Cabe destacar la voz del leal compañero de Rayden: Mediyama, que aportaba el toque grave o dulce según fuera necesario para suplir los duetos de varios de los temas. Lo bien que solapaban y la química entre ambos era más que evidente, además del buen rollo y complicidad palpable en toda la banda.
Otro de las canciones que le sería imposible dejar fuera, ‘soy porque somos, seamos Ubuntu’, aunque todavía está decidiendo qué canciones estarán en la gira.
Las que no faltaron fueron las del nuevo álbum, En el cielo de la boca y Animales de sombra, que habla de la ansiedad. A mi parecer uno de los grandes temas nuevos y que sonó muy bien en directo, y el cual fue precedido por uno de los clásicos imprescindibles: Imperdible.
Con Haciéndonos los muertos el versátil artista quiso recordar una gran frase que nos dejó Pau Dones: ‘Porque vivir es urgente’. Y con el conocido Haz de luz, y su ‘quiero que nos volvamos a ver’ propiciaba el momento de encender la linterna del móvil. Lo cierto es que durante todo el concierto el feedback del público fue constante y así lo seguirían demostrando coreando a pleno pulmón La mujer cactus y el hombre globo.
Con un setlist muy bien equilibrado decidía cerrar el nuevo repertorio con Multiverso, que se adivina como un hit, y nos ayudaba a romper con la nostalgia. Y el broche final de un show desenfadado y vibrante lo pondría Matemática de la carne con Rayden que se despedía notablemente feliz y agradecido, y por supuesto con un sentimiento recíproco desde la sala.
La victoria imposible, parece que la ha conseguido. La valentía de dejarlo cuando se está en la cima, saber ganar a la música. Ahora ya solo queda que en los próximos conciertos tanto él como el público celebren cada última vez. En El Veintiuno lo hicimos con creces.