En el Perpetuum Mobile de esta semana hacemos un pequeño homenaje a uno de los compositores más interesantes del minimalismo y seguimos buscando nuevas propuestas musicales de interés, más allá de las etiquetas.

Philip Glass cumplió 80 años el pasado 31 de enero y por ello los primeros minutos del programa los dedicamos a escuchar algunas de sus composiciones. La primera es la obertura de la banda sonora de la película documental Koyaanisqatsi, dirigida en 1982 por Godfrey Reggio y cuya banda sonora formaba un todo con las imágenes.

La segunda pieza es otra obertura de banda sonora creada por Glass, en esta ocasión del largometraje Mishima, una película del director y guionista Paul Schrader en la que la música de Glass consigue crear un marco perfecto para el desarrollo de la acción cinematográfica y que es una muestra de cómo el compositor es capaz de crear atmósferas de equilibrio perfecto entre la potencia y la espectacularidad, por un lado, y la delicada construcción de un universo personal por el otro.

Para acabar el pequeño repaso a la obra de Philip Glass, lo hacemos presentando a una harpista excepcional. Se llama Lavinia Meijer, nació en Corea del Sur, pero fue adoptada por una familia alemana. Alumna excepcional, pronto se convirtió en harpista solista, debutando en el Carnegie Hall de Nueva York con tan solo 23 años. En su discografía ya ha dedicado dos álbums a la obra de Philip Glass. En 2012 grabó sus versiones de las Metamorfosis, de las que vamos a escuchar una de las piezas, y de la banda sonora del film Las Horas. En 2016 editó un segundo álbum, en este caso doble, titulado The Glass Effect.

Una de las formaciones musicales que más obras de Philip Glass ha interpretado es la Kronos Quartet. Ellos nos sirven de puente para avanzar en el programa y escuchar una pieza de Vladimir Martynov, quizás el máximo exponente de la música minimalista rusa. En 2011, Kronos Quartet editó un álbum titulado, precisamente, Music of Vladimir Martynov, en el que interpretaban cuatro piezas compuestas por el ruso. Hemos elegido, por su belleza y aparente simplicidad, The Beatitudes.

Mélanie Laurent

Mélanie Laurent es conocida por ser actriz, pero desarrolla una intensa actividad artística, pues también es cantante, compositora, escritora, directora y guionista. Por el momento sólo ha editado un disco, En t’attendant, un álbum lleno de canciones escritas por Laurent, entre las que encontramos Dèbut, el tema instrumental que abre el disco y que es interpretado al piano por su autora.

Dustin O’Halloran es un compositor, sobre todo de bandas sonoras, cuyo trabajo como pianista está empezando a ser valorado en su justa medida. Este año está nominado al Oscar a la mejor banda sonora junto a otro pianista, Hauschka, seudónimo del alemán Volker Bertelmann, con quien ha compuesto el score de la película Lion (Garth Davis, 2016). O’Halloran tiene una breve pero intensa discografía como compositor y pianista aparte de sus trabajos para el cine. El último de esos trabajos es el álbum Lumière (2011) del que hemos extraído dos piezas: Opus 55 y Fragile nº4.

El Rodrigo Leão de la semana nos trae una pieza del álbum Florestas Submersas (2015) del que hemos extraído una pequeña joya titulada Ao Mar.

La novela de Emily Brontë Cumbres borrascosas (Wuthering Heights) ha sido llevada al cine o la televisión en 13 ocasiones, incluyendo una versión de realizada por Luis Buñuel en su etapa mexicana que se tituló Abismos de pasión (1953). En 1992 se realizó una nueva versión, protagonizada por Juliette Binoche y Ralph Fiennes, quienes cuatro años más tarde volverían a coincidir en El paciente inglés. La banda sonora es del siempre sorprendente Ryūichi Sakamoto quien escribió un score romántico de gran belleza. Escuchamos los créditos finales de la película.

Finalmente, como bonus track, hemos elegido una composición de Himekami, el dúo japonés que sorprendió por la calidez conseguida con sus obras para sintetizador que vio finalizada su trayectoria al fallecer Yoshiaki Hoshi en 2004. En 1993 editaron el que para mi gusto es su mejor trabajo, Zipangu (Cipango), el nombre del antiguo Japón en la época Edo. El viento en vasta circulación es el tema con el que cerramos el programa de esta semana.