El festival Sonidos en la Naturaleza, SoNna Huesca 2022, monta sus escenarios este fin de semana en la ermita de San Salvador de Torrente de Cinca, la ermita de Santa María de Chalamera y en el Parque La Sierra de Ballobar
Tres propuestas musicales de pequeño formato en plena naturaleza que van desde el folclore de las madrileñas Dúa de Pel, a la percusión contemporánea de Neopercusión, pasando por la música judía de Trivium Klezmer.
Tras el brillante primer ciclo inaugural en tierras ribagorzanas y literanas, el segundo fin de semana del Festival Sonidos en la Naturalaza, SoNna Huesca 2022, que organiza la Diputación Provincial de Huesca, girará por las tierras bajas del Cinca, poco antes de que el afluente pierda su nombre en beneficio del Segre.
El primer concierto del fin de semana tendrá lugar en la espectacular ermita de San Salvador de Torrente de Cinca, un antiguo monasterio trinitario (1550-1809) que se abandonó tras la guerra de la Independencia, y que fue restaurado en 1994 gracias a varias campañas financiadas desde la DPH. Allí actuará el dúo madrileño Dúa de Pel a partir de las 20.00 horas.
Dúa de Pel es una formación musical en la que conviven múltiples estilos, pero en la que sobresale la influencia del folclore español, que tratan de reinventar. Dúa de Pel son desde 2014 Sonia Megías, compositora y autora de todas sus músicas y arreglos, y Eva Guillamón, la escritora y autora de todas sus letras y poemas, que unieron sus trabajos para crear una suerte de música poética.
Recién llegadas de una gira por América latina en la que han recorrido Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Paraguay, el grupo llega al SoNna Huesca para ofrecer un recital que es a un tiempo música tradicional, música contemporánea, canción de autor, poesía y feminismo. En él recorrerán su último trabajo, Madera de pájaro, un itinerario con escalas en tres continentes.
Al día siguiente, el sábado, la caravana del SoNna Huesca remontará el Cinca para alcanzar Chalamera y la ermita de Santa María. La patria chica de Sender alberga uno de los tesoros patrimoniales del Bajo Cinca, ejemplo del románico en su transición al gótico (s. XII-XIII), levantada por los Templarios a finales del siglo XII.
Emplazada en el Camino de Santiago, en el ramal que partía de Catalunya y atravesaba Sigena en dirección a San Juan de la Peña, está situada en una pequeña elevación amesetada, suficiente para disfrutar de amplias vistas de Monegros y el Cinca. El lugar tiene la espiritualidad suficiente para servir de escenario a Trivium Klezmer.
El Klezmer, una música instrumental festiva que en el pasado se interpretaba en las comunidades judías de Europa del Este, en bodas y otras celebraciones, es hoy un género vital, intenso y variado, que se interpreta en todo el mundo. De ritmo vertiginoso, esta música requiere un excelente dominio técnico instrumental para poder interpretarla adecuadamente. La que tienen el trío instrumental zaragozano Trivium Klezmer Juan Luis Royo (clarinete) Manuel Franco (acordeón) y clarinete bajo Jorge Ramón Salinas (clarinete bajo).
Tras publicar sus dos primeros discos en 2011 (Klezmorím) y 2013 (Ekléztico), Trivium Klezmer presenta su último trabajo, Delirium Klezmer, editado en 2021 con un sonido renovado y un repertorio casi íntegro de música de composición propia que completan con la revisión de algunos de los temas más representativos del género. Una propuesta con unos ingredientes irresistibles: pasión, emociones, un ritmo desenfrenado, un gran sentido del humor y la alegría contagiosa y festiva que destilan cada uno de sus conciertos.
El domingo cerrará el fin de semana el grupo de música de vanguardia Neopercusión. A partir de las 20.00 horas, Rafa Gálvez, Nerea Vera, Marina Lafarga, Gyë, Jordi Sanz y Juanjo Guillén (dirección artística) presentarán en formato de sexteto El bosque animado, una experiencia bioacústica de paseo por la naturaleza en el Parque Forestal La Sierra de Ballobar.
En todas las civilizaciones, la música era crucial para la efectividad de los rituales de los ciclos naturales (nacimiento, muerte…). Los primeros instrumentos musicales de la humanidad fueron de percusión: en piedra, barro, madera, caparazones de animales… y como símbolos de la naturaleza conectaban al hombre con la tierra y los dioses. Esa “neopercusión” es la que corremos el riesgo de encontrarnos en Ballobar.
El grupo Neopercusión de música de vanguardia integra desde 1994 recursos dispares (nuevas tecnologías, vídeo, formatos escénicos) y una gran variedad de géneros musicales (contemporánea, ópera, improvisación, étnica, electrónica, experimental, fusión, jazz…) que lo han convertido en un referente de la música contemporánea para percusión y uno de los grupos más representativos a nivel internacional.