Una cita musical que va más allá de ser un festival indie, y que tras salir victoriosa en su primera edición, repetía ampliando su duración y repertorio, donde habría cabida para géneros musicales como el rock, el indie, la música electrónica y la psicodelia, con un bello enclave como telón de fondo.
El primer festival de música independiente de Benasque arrancaba su segunda edición el último fin de semana de julio con una programación de dos días completos de conciertos en pleno valle. Y que como el año anterior, apostaba por una programación adicional con varias actuaciones gratuitas en el centro de Benasque, feria del Disco y varias fiestas presentación que se celebraron en los meses anteriores en lugares como Monzón o Zaragoza.
Para la primera jornada tenían preparado dos platos fuertes de cabeza de cartel, Morgan y Rufus T. Firefly, que serían en mayor medida el atractivo y reclamo de esa noche.
Pero antes, los primeros en salir al escenario serían Magnus Imperial Club, la reinvención de la que fuera la banda De Vito, con un sonido más industrial y electrónico en el que predominaban los samples y sintetizadores. Una propuesta muy acertada para ir calentando motores a pesar de la poca presencia todavía de público con la que contaba el recinto.
A continuación llegaba una de las apuestas de esta edición. No olvidemos que la formación madrileña Morgan se ha convertido en una de las más aclamadas por el público y la crítica en la actualidad, y no es para menos. Han conseguido que sus directos calen hondo gracias a la excepcional voz de Carolina de Juan y a una banda que se mueve cómodamente por estilos como el funk, soul, rock… Y esa noche no iba a ser menos. Fue un concierto muy disfrutado y atrayente para los ahí presentes y cargado de esas dosis de intensidad y naturalidad en su justa medida. La despedida con el tema Marry you como siempre una delicia.
El relevo lo tomaba Rufus T. Firefly, banda que lideran Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro y que con sus dos últimos discos consecutivos Magnolia y el más reciente Loto han conseguido una gran acogida y reconocimiento. Son únicos en su especie y verlos en directo es un auténtico alegato al arte, el amor y la naturaleza. Le llegaba el turno a una noche de entrega a la psicodelia y con total sintonía sobre el escenario que sonaba a Cisne negro, Última noche en la tierra, Pulp fiction, Río Wolf o Nebulosa Jade entre otras muchas más. Un viaje enérgico y embriagador del que costaría después salir.
Como colofón final en cuanto a grupos se refiere, el elegido sería el indie electrónico de la banda murciana Glas. Un repertorio de canciones bailables y melodías pegadizas propicias para quemar la pista. Incluyendo la versión de OBK El cielo no entiende y su tema propio Te acordarás de mí para ponerle final al repertorio.
Las sesiones dj arrancaban con David Van Bylen, conocido además por ser la voz cantante de la banda de dance-rock Estereotypo, y ser considerado por muchos DJs y productores como el remezclador de referencia del indie nacional, y buena razón no les faltaba. En su sesión tuvieron cabida estilos muy dispares con un comienzo de remezcla infinita donde fue agregando fragmentos de canciones sin dar tregua. Dejó la carpa del pabellón muy en lo alto, para que acabara de rematar Göly con su sesión dj en una velada musical que dejo muy buen sabor de boca.
La jornada del sábado empezaba a la hora del vermú en la carpa gratuita ubicada en la plaza Llavadó, en pleno centro del municipio. Los zaragozanos The Kleejoss Band ofrecían un concierto al más puro rock and roll en cuyo repertorio sonaría una versión de Bowie con la que poder corear eso de ‘We can be heroes, just for one day.’ Ya por la tarde ese mismo escenario brindaba la oportunidad de descubrir dos bandas que apuntan maneras hacía el éxito. Los vallisoletanos The Levitans, con su trabajo debut Enola conseguían añadirle calidez a la lluviosa tarde en un directo muy cuidado y magnético. Seguidamente le tocaba el turno a los Holy Bouncer llegados desde Barcelona, en un show que explosionó después de varios temas regalando unos ritmos especialmente cañeros junto a la desgarradora voz del vocalista, y que hicieron ganarse al público finalmente.
Para abrir el escenario principal del festival se contó con los madrileños Mucho, liderados por Martí Perarnau que presentaba uno de sus proyectos más personales, ¿Hay alguien en casa?, de corte electrónico. Un primer concierto todavía falto de todo el público, aunque con más afluencia que la noche anterior, y del que hicieron una auténtica fiesta disco en la que no faltaría la canción Putochinomaricón. La rave estaba montada.
Después llegaba el que sería sin duda el más esperado y que más gente congregó frente al escenario. Un Ángel Stanich en acción marcando el punto álgido del fin de semana y el de más fenómeno fan. Su especial tono de voz, un directo sublime y una muy bien engranada banda demostraba con creces lo conseguido cualitativa y cuantitativamente. Un continuo movimiento y tarareo del público al que hizo partícipe de un apoteósico final con dos de sus grandes hits como son Metralleta Joe y Mátame camión, este último con un baño de masas incluido por parte del santanderino.
Lo que vendría después era el proyecto personal del productor y compositor Joni Antequera. Amatria pasaba de los sonidos pop y electrónicos hasta los rumberos y latinos. Tempos más lentos o estribillos contagiosos. Una montaña rusa que finalmente atrapaba al público con grandes hits como Un alud, Chinches o Animal.
Y para ir acabando Los Invaders, que aterrizaron sobre el escenario al ritmo de Ghostbusters. Supieron mantener a los asistentes en movimiento con un directo muy carismático, potente y eléctrico. Un derroche de energía al más puro rock electrónico para un entregado público y muy acertado como cierre de conciertos.
Ya muy entrada la madrugada llegaba la única mujer que veríamos en esa jornada sobre el escenario, la productora musical y dj valenciana Innmir, en una sesión donde el dominio de mezclar géneros como el pop-rock, indie o la electrónica quedo muy patente. Mis dieces a esta valenciana y sus sesiones, donde nunca fallan sus dos recientes producciones, los remixes que ha hecho para artistas como ELYELLA o Varry Brava. En definitiva, una excelente elección para mantener el ritmo y disfrute del casi final de festival, al que le pondría la guinda Maadraassoo.