Extrarradios culmina en Almudévar su segunda edición reivindicando las nuevas ruralidades desde las artes escénicas

Fotografía: Javier Blasco / Extrarradios

La raposa’ de los Titiriteros de Binéfar y ‘Orgullo Rural’ de Elia y Uxia han clausurado la programación de este último fin de semana en Almudévar

Los alcaldes de Ayerbe y Almudévar la capacidad para “hacer proyectos culturales muy interesantes” que atraigan a todo tipo de público

Almudévar, 9 de noviembre de 2025. Extrarradios ha celebrado su segunda edición en dos fines de semana consecutivos: del 31 de octubre al 2 de noviembre en Ayerbe y del 7 al 9 de noviembre en Almudévar. Toda la programación ha girado en torno a las nuevas ruralidades, un eje que invita a repensar qué significa hoy habitar, crear y producir cultura desde el medio rural en clave contemporánea.

El protagonista del día ha sido el teatro: por la mañana, el Centro Cultural de Almudévar se llenó para disfrutar del clásico “La fábula de la raposa”, de Los Titiriteros de Binéfar; y por la tarde, la pieza “Orgullo rural”, de Elia y Uxía, confirmó que también las generaciones más jóvenes están reformulando el relato sobre identidad, retorno y arraigo.

El Centro Cultural de Almudévar se llenó para recibir “La fábula de la raposa”, uno de los montajes emblemáticos de Los Titiriteros de Binéfar, que volvió a desplegar su estética característica: títeres artesanales y música en directo, sosteniendo un lenguaje escénico que conecta con el público desde lo esencial.

En escena actuaron Paco Paricio y su hija Marta; en la parte técnica estuvo Pilar Amorós, compañera de títeres y de vida de Paco, que ha realizado más de mil funciones de esta obra. Su papel original fue continuado por dos actores más hasta que Marta tomó el relevo como intérprete.

“Hoy he estrenado un títere nuevo —el lagarto—”, explicó Paco Paricio al finalizar. “Lo mejor es ver a las niñas y los niños venir luego a saludar a los títeres, como si fueran reales. Esa verdad solo existe cuando las cosas pasan delante de ti. En el cine no te despides de los personajes; aquí sí. Eso crea otro tipo de vínculo.” La cercanía se amplificó en Almudévar, Paricio reconoció que en Aragón interactúa más con el público. “Aquí hablo más. Escucho más. Detecto cómo reaccionan ante los abuelos, ante la naturaleza… Hoy estaban muy dentro”.

Además, tomó una decisión simbólica que reforzó esa verdad escénica: no utilizar la nariz del abuelo, elemento habitual en este montaje. “Normalmente me la pongo, pero hoy no. Ya soy abuelo —y estaba mi nieta aquí—. No hacía falta. Había verdad suficiente”.

La obra, presentada por todo el mundo, mantiene su núcleo ético intacto: una apuesta clara por la vida frente a la violencia. La obra ha adquirido con el tiempo lecturas muy potentes en lugares diversos, especialmente en torno a la escena en la que el abuelo arroja la escopeta.
Paricio explicó que, para él, ese momento es una apuesta por la vida, y que siempre observa con atención qué eligen las niñas y los niños ante esa situación: si piden que dispare o que tire el arma.Cuando veo que los críos piden que se tire la escopeta, sé que vamos bien”, señaló. En este punto, Pilar Amorós añadió que, en ocasiones, también se oye a algún niño exclamar “¡Mátala, mátala!” (refiriéndose a la raposa).

Ya por la tarde, se ha representado la obra ‘Orgullo rural’ de Elia y Uxia, compañía procedente de Castilla y León formada por la narradora oral y actriz Elia Tralará y la música Uxia López. Una propuesta, han explicado tras la representación, que nació de la necesidad de reivindicar y poner en valor la vida en los pueblos,”frente a una época en la que lo urbano se asociaba con el progreso y la modernidad, mientras lo rural se percibía con cierto complejo o inferioridad”. A través de sus propias experiencias, las creadoras reflexionan sobre la importancia de reconocer las raíces rurales como parte esencial de la identidad personal y colectiva.

En sus ocho años de trayectoria, “Orgullo rural” ha superado las 200 representaciones en escenarios muy diversos, desde grandes teatros urbanos hasta plazas de pequeños pueblos. El éxito del proyecto las ha llevado a desarrollar nuevas propuestas, como Cuentos y cantos de lavanderas, centrada en la memoria del trabajo femenino. Finalmente, subrayan el mensaje principal de “Orgullo rural”: “Defender la vida en los pueblos con condiciones dignas, garantizando oportunidades laborales, servicios y un entorno vital que permita a quienes lo deseen seguir viviendo en ellos”, han concluído.

Capacidad para promover cultura desde los pueblos para todos los públicos

Las sensaciones tras esta segunda edición del Festival Extrarradios son muy buenas. El alcalde de Ayerbe, Antonio Biescas, presente en la última jornada de Extrarradios en Almudévar, ha valorado de manera “muy positiva este proyecto compartido entre los dos pueblos, entre Ayerbe y Almudévar, trayendo lo mejor de la cultura vanguardista y contemporánea al mundo rural, poniendo en valor esa ruralidad y esas nuevas formas de vivir en los pueblos”, ha afirmado Biescas, quien ha hecho hincapié en la capacidad de los pueblos para “hacer proyectos culturales muy interesantes”. “No tenemos que envidiar nada a los núcleos urbanos,y creo que este festival lo ha demostrado con creces”, concluyó..

Por su parte, la alcaldesa de Almudévar, Sofía Avellanas, mostró su satisfacción por cómo ha transcurrido “esta segunda edición de Extrarradios, donde se ha demostrado el éxito de este tipo de actividades en el medio rural. Un festival que ha demostrado que no está determinado solo a una franja de edad de público, sino que es un festival multidisciplinar para todos los públicos y para todos los gustos. Por ejemplo, ayer, en la sesión Orgullo Rural y Eclosión Sonora II, hubo gran cantidad de público, y buena parte era público joven, que hoy en día es difícil de atraer”.

El concejal de Cultura de Almudévar, Fernando Martínez, destacó el salto cualitativo: “El año pasado ya hubo mucha calidad, pero esta edición ha ido claramente a más: más asistencia, más diversidad y más profundidad. Las propuestas nos hablan de dónde venimos y hacia dónde vamos”. Para él, Extrarradios confirma una línea: la cultura como proyecto transversal y no sectorial.

Finalmente, el programador del festival, Luis Lles, resumió la edición señalando que se han cumplido los tres objetivos fundamentales: convocar público, generar satisfacción y desarrollar plenamente el tema central. “Ha habido una respuesta magnífica. Lo importante no es solo que venga gente, sino que salga contenta. Y así ha sido”, señaló.

Lles subrayó la coherencia temática del conjunto: “Quien haya venido a varios espectáculos se lleva una idea bastante clara de lo que hoy significa vivir y crear en lo rural: desde lo íntimo a lo expansivo; de la memoria a la experimentación”. Recalcó asimismo la convivencia de lenguajes —música, teatro, danza, cine, coloquios— y el interés de propuestas vinculadas a la memoria de los pueblos de colonización o a la música de raíz contemporánea (El Nido, Dulzaro, Sanguijuelas del Guadiana). “No queríamos un lema decorativo. Queríamos programar desde él. Y lo hemos hecho”.

Por redaccion

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Ir al contenido