El Festival SoNna Huesca ha alcanzado este sábado su momento cumbre con la actuación de Juan Perro en la Cartuja de los Monegros ante 400 asistentes. Su acústico ha demostrado que sigue en plena forma y cierra con honores la primera edición de esta iniciativa cultural organizada por la Diputación Provincial de Huesca. Más de 30 conciertos de pequeño formato han llenado la provincia de diversidad musical en la naturaleza en un verano atípico con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus.

Juan Perro se basta a sí mismo con una guitarra entre las manos para dejar boquiabierto a su auditorio. Así lo ha demostrado este sábado en el patio exterior de la Cartuja de los Monegros, donde han sonado los quince temas de su último trabajo ‘El Viaje’ y otros tantos de ‘Cantos de ultramar’. El Festival SoNna Huesca, una iniciativa de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), ha cerrado con este concierto su primera edición tras un verano repleto de espectáculos musicales de pequeño formato en espacios singulares al aire libre de las diez comarcas altoaragonesas.

El alter ego de Santiago Auserón, Juan Perro, ha cumplido con creces. Ha propuesto un viaje sonoro por la canción en español con los matices que diferencian a los países que comparten un mismo idioma, el segundo más hablado en el mundo. Es una lengua que atesora un sinfín de señas de identidad cultural que, evidentemente, se reflejan en las canciones populares. Auserón ha ahondado durante décadas en el estudio de la canción en español para conocer con profundidad esta riqueza y canalizarla a través de sus composiciones.

A finales del siglo XX, este aragonés obtuvo un gran reconocimiento al frente de Radio Futura, una de las bandas más influyentes de todos los tiempos de la música en español, con la que trató se asentar las bases de un rock con aire latino que insuflaba un calor veraniego e incombustible. Ahora ya no busca un éxito vacuo, sino cosechar su capacidad poética, la fusión musical y lograr la armonía, consciente de que su intención es contar historias, emocionar al oyente y transmitir sentimientos.

Con este pretexto, ha llevado su octavo disco como Juan Perro a la Cartuja de los Monegros, lugar privilegiado por la importancia histórica, artística y patrimonial de este conjunto monumental que adquirió la Diputación Provincial de Huesca en 2015 para asumir su conservación y rehabilitación. Coincide, además, como ha señalado el cantautor durante su actuación, que Sariñena es el pueblo natal de su padre. Hay, por tanto, un vínculo familiar con este territorio altoaragonés que nunca ha pasado desapercibido para él.

Ha interpretado un repertorio basado en la conjunción de las músicas de vanguardia, como el blues, el jazz o el soul, con la tradición afrolatina, principalmente cubana, y con los sonidos característicos de Iberia. El resultado es un estilo único e inimitable. Canciones como ‘Nada’, ‘Ámbar’ o ‘El Viaje’ han sobrecogido a un público que ha escuchado con atención y en silencio a este artista al desnudo; sin instrumentos electrónicos, amplificadores, ni banda. El concierto se ha podido seguir de forma presencial y en retransmisión por streaming.

La diputada de Cultura Maribel de Pablo ha precisado que “Juan Perro ha sido un cierre a la altura de las circunstancias, con un músico de primerísimo nivel que ha ofrecido un concierto muy emocionante que quedará para el recuerdo” y ha añadido “un agradecimiento de la Diputación Provincial de Huesca todos los seguidores del Festival SoNna que han llenado los aforos a lo largo de todo el verano y que, sobre todo, lo han hecho con un gran respeto a las medidas preventivas que ha marcado la organización para garantizar la seguridad de todos”.

Sinceridad, delicadeza y profundidad son las palabras que mejor definen el contenido y la forma de la actuación de Juan Perro, que cierra de facto esta primera edición del Festival SoNna Huesca. Después de este concierto, quecaba un pequeño espectáculo en la programación, previsto para este domingo a mediodía con Vegetal Jam en las trincheras Orwell, en Alcubierre, ante un aforo de 50 personas que sirve como punto y final para los asiduos del certamen.

Se trata de un dúo de música folk que unen estilos y ritmos de lo más variado en una serie de temas de composición propia con un resultado sorprendente; una ‘mermelada de sonidos’ con vitalismo y energía que transita entre el folk independiente y el neo-trad y que provoca en los oyentes movimientos irremediables de los pies durante los directos. Estas trincheras, parte de una ruta dedicada a la memoria del periodista, escritor y activista británico George Orwell, invitan a los visitantes a reflexionar sobre la Guerra Civil española, la memoria histórica, los derechos humanos, la convivencia social, la tolerancia y la democracia.

El pasado viernes fue el turno de la banda aragonesa Maut que descargó toda su potencia en el Parque de la Gabarda, en Alberuela de Tubo. Sus sonidos profundos son el resultado de mezclar instrumentos tradicionales y electrónicos para interpretar la música popular aragonesa. Esta propuesta tan arriesgada se basa en una contundente puesta en escena y en un dominio del directo que no dejó indiferente a ninguna de las 150 personas que conformaron el aforo máximo. La lluvia no hizo acto de presencia pese a la alta probabilidad que indicaban las previsiones meteorológicas.

Maut. Fotografía: Álvaro Calvo

Esta formación inició la velada con un sentido homenaje a título póstumo a Joaquín Carbonell, ya que el reconocido cantautor habría actuado precisamente ese día en el marco del Festival SoNna Huesca. La institución provincial dedicó a esta figura imprescindible de la cultura aragonesa todos los conciertos restantes de esta programación cultural desde su fallecimiento, el pasado sábado 12 de septiembre. Maut, por su parte, rememoró su voz reproduciendo un fragmento de una entrevista que hizo recordar a todos los asistentes su carácter llano, su simpatía natural y la cercanía que le caracterizaba.

Estos han sido los últimos espectáculos de una programación de 31 conciertos de pequeño formato que han llenado la provincia de Huesca de actividad cultural a lo largo de todo el verano. El Festival SoNna Huesca surgió como alternativa al Festival Internacional de las Culturas Pirineos Sur, que tuvo que aplazarse al próximo 2021 puesto que su formato era incompatible con las medidas preventivas necesarias con motivo de la crisis sanitaria del coronavirus.