El pasado viernes 12 de julio llegaba una nueva edición de uno de los festivales veraniegos más atractivos del verano. Pirineos Sur en el mes de julio nos acerca a las músicas del mundo enmarcado en un lugar de gran belleza y singularidad. Su escenario flotante sobre el embalse de Lanuza es la sede principal y el lugar por donde pasarían esa primera noche las bandas Morgan y The Waterboys.
Pero antes de esto, estrenaron el nuevo escenario Caravana Sur las zaragozanas Lady Banana con un impresionante derroche de decibelios y de puro rock. Ellas son Nerea Bueno (guitarra y voz) y Alba Villarij (batería y coros). No hizo falta más para atrapar a los primeros espectadores de la noche en ese bucle de sonido potente y sumamente enérgico. Talento a raudales de estas dos mujeres.
Con el sol escondiéndose en el horizonte sobre el valle de Tena los madrileños Morgan hacían su aparición en el escenario del auditorio natural de Lanuza. Y como un perfecto homenaje a ese trocito del planeta tierra en donde nos encontrábamos sonaba Planet Earth para abrir el concierto de una de las bandas con más proyección nacional actual y con dos discos en su haber, North y Air.
Demostraron su total dominio del funk, soul, rock.. estilos por los que se movían tema a tema con un sonido muy cuidado y atrayente. El público presente disfrutó de un concierto sobresaliente, en el que poco a poco quedaba más seducido gracias a la espectacular voz de Carolina de Juan, la frontwoman del grupo acompañada por Paco López (guitarra y voz), Ekain Elorza (batería), Alejandro Ovejero (bajo) y David Schulthess (teclados).
Se sucedieron temas como Work, Another road, de una viveza brutal que enseñaban la perfecta conjunción de voz e instrumentos con la que transmiten además con creces pasión y magnetismo. Lucimientos guitarreros con Attempting o Blue eyes destacaron a un brillante Paco a la guitarra. Y con uno de los pocos temas que tienen en castellano, Sargento de hierro, regalaron uno de los momentos más mágicos de la noche y que supieron enlazar a la perfección con Home otra de sus grandes y primeras canciones. Había momentos que no se puede negar que las cuerdas vocales del alma mater del grupo dejaban maravilladx a más de unx.
La despedida vendría con el tema Marry you, con la dulzura y el desgarro de la voz de Nina en las primeras estrofas que hizo estallar del todo al público de emoción y consiguió la ovación final y de un auditorio en pie para uno de los mejores directos y de los que nunca te cansas de ver. Ellos son un triunfo musical, pura intensidad y naturalidad, quizás ese sea el secreto, y en cada concierto lo están demostrando.
Y la noche de actuaciones la cerraría la muy esperada clásica banda británica The Waterboys, que tras casi cuarenta años sobre los escenarios hizo bien su trabajo, con un Mike Scott al frente ataviado con su sombrero, pero con ciertos cortes durante el show que hicieron perder el ritmo; y para que engañaros, para servidora, Morgan había sido la guinda del pastel y, a mí, temas tan conocidos y coreados entre el público como The whole of the Moon o Fisherman’s Blues me quedaban lejos. Eso sí, mi especial mención a Wickman y su violín, lástima que no se escuchara todo lo fuerte que debiera. Destacar también que hubo bises cuando todo indicaba que no, y por aclamación popular regresaron al escenario para tocar otra versión de los Rolling, Jumpin’ Jack Flash, y poner punto y final a los directos de esa primera noche.
Un lujazo de jornada inaugural de la vigesimoctava edición de uno de los festivales imprescindibles del verano. Un enclave espectacular con buena música, temperaturas agradables y una buena organización.