El Festival Sonidos en la Naturaleza, SoNna Huesca, que organiza la Diputación Provincial de Huesca, repite cifras de años anteriores en una edición que ha descubierto, una vez más, espacios y artistas en pequeñas localidades de las diez comarcas altoaragonesas.
“La Diputación Provincial de Huesca cierra este SoNna Huesca 2023 con amplia satisfacción. Hemos encontrado lugares mágicos con música especial”, destacó el diputado de Cultura, Carlos Sampériz, que expresaba así el sentir de la institución. Sampériz hizo hincapié en el espacio que alberga la triple cita de clausura del festival y que este año ha reunido a Rodrigo Cuevas, Los Secretos y Ariel Rot y Kiko Veneno. “La Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes es un sitio único y privilegiado, dentro de Monegros y de la provincia de Huesca, y se ha podido escuchar el sonido más allá de los límites de la propia Cartuja”.
El diputado de Cultura destacó también la iniciativa de llevar el certamen a las bodegas y espacios agrícolas, como en el caso de “El bosque de hierro” de las Bodegas Enate, en Salas Altas (Somontano). “Ese encuentro entre música y lugares únicos solo lo puede traer a Huesca el festival SoNna”, resumió el diputado y alcalde de Grañén, Carlos Sampériz.
Por su parte, la técnico de Cultura de la Diputación de Huesca, Begoña Puértolas valoraba muy positivamente las cifras de público, casi 10.000 personas en total, “teniendo en cuenta que los aforos medios del festival son de 200 personas”.
A lo largo de casi dos meses y medio de programa, entre el 1 de julio y el 9 de septiembre, la cuarta edición del Festival Sonidos en la Naturaleza ha celebrado en 26 enclaves distintos un total de 29 espectáculos, dos de ellos de circo (Almudévar y Fonz), otro de magia (El Pueyo de Santa Cruz), otro audiovisual (Benasque), uno de teatro (ermita de San Roque de Esplús) y otro de danza (estación de Caldearenas). El resto, hasta un total de 23, han sido conciertos musicales de muy variado signo. El programa se ha repartido entre los meses de julio, con diez propuestas; agosto, con trece, y septiembre, con seis.
El SoNna Huesca ha visitado espacios de arte y naturaleza (CDAN, Piracés, Abiego y Berdún), espacios periurbanos y patrimoniales (Alquézar, Colungo, Almudévar, El Pueyo de Santa Cruz, Benasque y Fonz), ermitas (Zaidín, Almunica de San Juan, San Esteban de Litera, Esplús y Chalamera) o bosques y prados (Planduviar en Broto, Carrasca Larredán en El Pueyo de Santa Cruz, el Mirador del Isábena de Bonansa, el Sendero El Cornato, de Pineta y el olivar de Alberuela de Tubo). También ha visitado parques (Ballobar), embalses (Arguis), barrancos (Gabasa), castillos (Benabarre), bodegas (Enate), y monasterios (cómo no, el de la Cartuja).
En cuando al reparto geográfico del programa, el SoNna Huesca 2023 ha visitado, como siempre las diez comarcas altoaragonesas. Cuatro citas en Monegros, Hoya de Huesca y Somontano, tres en Bajo Cinca, Litera, Cinca Medio y Ribagorza, dos en Sobrarbe y uno en Jacetania y Alto Gállego. La institución ha querido compensar así su presencia en otros festivales en La Jacetania (Camino de Santiago), Sobrarbe (Castillo de Aínsa) y Alto Gállego (Pirineos Sur), discriminando positivamente en el SoNna Huesca al resto de comarcas altoaragonesas.
El 80% de las propuestas han sido de pequeño formato (menos de 400 personas de aforo), dos de ellas han sido de mediano formato, la inauguración en el CDAN con el espectáculo Enredadas y el concierto de Pau Vallvé en el castillo de Benabarre, y tres de gran formato, los tres conciertos de la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena, con capacidad para 2.000 espectadores. La técnico de Cultura de la DPH, Begoña Puértolas destacaba que tanto “el espectáculo inaugural de Enredadas, como los conciertos de Nuei, Kroke y Bía Ferreira, y los espectáculos de Kerol, Un circo en el Jardín y Violeta Borruel, registraron aforo completo”, indicó.
Descubrimiento de espacios
Casi la mitad de los espacios seleccionados por la organización para la cuarta edición del SoNna Huesca eran nuevos en el certamen. El Festival Sonidos en la Naturaleza, itinerante y con espectáculos de pequeño y medio formato como seña de identidad, con la excepción de los conciertos en la Cartuja Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena, ha recorrido en 2023 entornos naturales oscenses como el espacio Vicente Baldellou de Alquézar (Rita Payés y Pau Vallvé), puerta de acceso a los abrigos rupestres del Parque Cultural del río Vero; el espolón del embalse de Arguis (Nuei), el más antiguo de Aragón; el rincón del olivar en Alberuela de Tubo (Kroke), bajo los torrollones de La Gabarda, o el espacio Arte y Naturaleza de Berdún (Flores & Mcewen), inéditos en el SoNna Huesca.
Mención aparte merecen tres semi descubrimientos de la organización del festival: la carrasca de Larredán en el Pueyo de Santa Cruz, un formidable ejemplar milenario, el barranco de Gabasa en Peralta de Calasanz y los jardines de casa Ric-Otal, en Fonz, tres hitos paisajístico y/o patrimoniales muy desconocidos para el gran público y que albergaron respectivamente los recitales de la madrileña Sheila Blanco, el vasco Amorante, y la gala de circo, los días 5, 6 y 18 de agosto.
En cuanto a la temática, “el SoNna Huesca ha vuelto a mostrarse como un festival ecléctico en el que hemos podido mostrar artistas y proyectos de gran nivel e interés, tanto nacionales como internacionales: Pol Batllé y Rita Payés, Enredadas, Bia Ferreira, Vicente Navarro o Pau Vallvé, además de artistas aragoneses, a los que el festival siempre ha querido apoyar: Violeta Borruel, Bladimir Ros, Un circo en el jardín o Teatro Habana y la Orquesta de Pulso y Púa”, valoraba la técnico de Cultura, Begoña Puértolas.
Para Puértolas, el interés del festival es “llevar espectáculos no habituales y de calidad a pequeñas localidades a la que los habitantes de estas zonas rurales no tienen acceso. Y del mismo modo, nos interesa que el público urbano pueda también llegar a esos espacios naturales o patrimoniales de interés y más desconocidos en nuestra provincia”.