La artista madrileña actuaba el domingo 6 de diciembre en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner con su gira Firekid
Después de ver pasar el huracán musical de Alice Wonder a principios del año pasado por la sala El Veintiuno, la artista regresaba el pasado domingo a la capital oscense con el cartel de entradas agotadas dentro del aforo permitido en esta nueva normalidad.
Y es que, precisamente, en esta situación actual se mantienen las salas de concierto cerradas, a las que tanto echamos de menos… Ante la imposibilidad de realizar el concierto en El Veintiuno, se trasladó al Centro Cultural Manuel Benito Moliner. Así que allí nos encontrábamos un 25% del aforo, con nuestras mascarillas y nuestra distancia de seguridad marcada por todas esas butacas vacías a nuestro alrededor. Una silenciosa Alice irrumpía sobre el escenario para tocar los primeros acordes de The World is changing (me). Bastaron unas pocas estrofas para captar la atención del público y hacer que nos fuéramos olvidando poco a poco de todo lo demás.
La teníamos de nuevo en Huesca con su gira Firekid pero esta vez sin banda. Una prueba de fuego que iba a demostrar lo bien que se desenvuelve sobre el escenario en solitario en este formato acústico de guitarras, piano y voz. Y es que ya con el tema Like Morning no dejaba lugar a dudas. Después pasaría al piano con varios temas como Take off de su primer EP, o Clean Up the Mess y I don’t know how de su actual disco, que nos mostraba ese registro vocal tan versátil y extraordinario.
Aunque Firekid fuera el protagonista de la noche, la cantautora interpretaría dos nuevos temas que lanzó durante la cuarentena: Corazón mármol, en una humilde versión como ella señalaba y No te vayas, sonando de una manera cruda y desgarradora. Como nos relataba, durante la pandemia se puso a componer y ahora se encontraba en proceso de sacar un EP íntegramente en castellano, del que quiso regalarnos también un tema inédito en directo a la guitarra. Llamado ‘O’ y escrito hace un año y medio, en una época en la que estaba rompiendo una relación.
A estas alturas la artista ya había conseguido que nos sintiéramos cómodos y a la vez estremecidos en sus interpretaciones. Una comodidad mutua ante la atmósfera y el silencio creado. Toda la atención puesta solo en y para ella.
A continuación llegaba Por si apareces, un tema escrito hace cuatro años junto a su hermana y que iba dedicado a todas nuestras ex parejas que dan la turra. Canción donde se rompería el silencio justificadamente para acompañar a los coros reclamados por Alice. La frase ’Esta guerra pide paz’ se escuchaba con fuerza.
Espontánea en sus explicaciones nos transmitía su canción favorita del disco: Fire on my Hands, sobre ese niño o niña de fuego interior al que todos deberíamos hacerle más caso. Con Playgame nos anunciaba el cercano final del concierto, pero es que cuando se está a gusto el tiempo pasa volando. Seguidamente sonaba Strategy, canción con la que se despedía momentáneamente para salir de escena.
La selección de los bises nos dejaría dos temas al piano y en castellano, el primero Que se joda todo lo demás, del que nos contaba con especial ilusión que salía como nuevo single y videoclip este viernes. Y Bajo la Piel como un maravilloso broche final.
Es evidente que ella le ha hecho caso a esa niña de fuego interior mostrando en cada bolo esa ilusión por lo que hace y ese talento innato. Son tiempos raros, y el público necesita conciertos como este, que emocionan y alegran un poquito más la vida.
Charlando después con Alice Wonder, decía lo contenta que estaba con su visita de nuevo a Huesca: “Me ha vuelto a pasar, he estado muy tranquila, y creo que es un público que me pega porque es como silencioso, observador, no genera gran revuelo y lo que quiere es escuchar, y a mí me gusta mucho este tipo de público.”
En relación a su próximo EP también comentaba que “la idea inicial era que fuera de tres canciones: Que se joda todo lo demás, Por si apareces y Corazón mármol. Y en medio de la pandemia escribí un día No te vayas, y fui recolectando canciones que tenía en castellano y me dije: así ampliamos. Vamos sacando singles y, como no va a haber prisa, vamos viendo”. Y es que las circunstancias nos están enseñando en pensar en el día a día. “Sí, yo creo que es la manera ahora de funcionar. Agradeciendo que no estoy en una multinacional en la que me dicen tienes que hacer esto para tal, yo puedo hablar y trabajo con gente super humana y estamos un poco ahí al día”, señalaba la artista.
Esta joven madrileña destaca por su calidad vocal y madurez interpretativa y ya es una realidad que vino para quedarse. No hay duda de que poco a poco todos esos futuros proyectos se irán materializando. Mientras tanto queda pendiente una próxima visita a la sala El Veintiuno, cuando se pueda, como ha prometido.